La Historia Evolutiva del Pensamiento sobre el Agua Dulce
El reconocimiento del agua dulce como un recurso finito y vulnerable, con límites planetarios, ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Históricamente, el agua se veía principalmente a través de una lente de extracción de recursos, con poca consideración por los límites de sostenibilidad o el acceso equitativo. La aparición de la conciencia ambiental en las décadas de 1960 y 1970 comenzó a cambiar esta perspectiva, destacando las conexiones entre la calidad del agua, la salud de los ecosistemas y el bienestar humano.
El concepto de límites planetarios, introducido por Rockström y sus colegas en 2009, incluyó explícitamente el uso del agua dulce como uno de los nueve procesos críticos del sistema terrestre que definen un “espacio operativo seguro” para la humanidad. Este marco proporcionó la base científica para el modelo de la Economía del Dónut, que surgió en 2012 a través del documento de Oxfam “Un espacio seguro y justo para la humanidad” 1. El modelo del dónut integró los techos ambientales (incluidos los límites del agua dulce) con las bases sociales (incluido el acceso al agua), creando un marco visual que reconocía tanto los límites ecológicos como las necesidades humanas.
En los últimos años, la gobernanza internacional del agua ha seguido evolucionando, con el reconocimiento formal del agua como un derecho humano por parte de la ONU en 2010 y una creciente atención a los desafíos de la gestión transfronteriza del agua. El cambio climático ha añadido una nueva urgencia a la gestión del agua dulce, ya que los cambios en los patrones de precipitación, el derretimiento de los glaciares y los fenómenos meteorológicos extremos alteran la disponibilidad tradicional del agua y los sistemas de infraestructura. La incorporación del agua dulce en el marco de la Economía del Dónut representa una evolución importante en la forma en que conceptualizamos la gestión del agua, yendo más allá de los enfoques aislados para reconocer las conexiones inherentes entre la salud ecológica y el bienestar humano23.
Situación Actual del Agua Dulce a Nivel Mundial
Realidades del Consumo y la Extracción
La extracción mundial de agua dulce se ha multiplicado por seis durante el siglo pasado, superando con creces el crecimiento de la población. La agricultura sigue siendo el usuario dominante, representando aproximadamente el 70% de las extracciones mundiales de agua dulce, mientras que el uso industrial y doméstico constituyen el resto. Esta extracción intensiva ha provocado estrés hídrico en muchas regiones, y aproximadamente dos tercios de la población mundial experimentan una grave escasez de agua al menos un mes al año45.
Las disparidades regionales en el consumo de agua son notables. Mientras que el consumo medio de agua per cápita en los países desarrollados puede superar los 300 litros por día, muchas comunidades en regiones con estrés hídrico subsisten con menos de 20 litros por día, por debajo del requisito mínimo para la higiene básica y el bienestar establecido por las normas internacionales. Estas disparidades ponen de relieve la tensión entre la base social (garantizar el acceso mínimo al agua para todos) y el techo ecológico (limitar la extracción total de agua dulce)16.
El Costo de la Calidad y la Contaminación
La degradación de la calidad del agua representa otra dimensión de los desafíos del agua dulce. La contaminación industrial, la escorrentía agrícola que contiene fertilizantes y pesticidas, y el tratamiento inadecuado de las aguas residuales contribuyen a la disminución de la calidad del agua a nivel mundial. La carga de nitrógeno y fósforo procedente de las actividades agrícolas se ha identificado como particularmente problemática, creando eutrofización en los sistemas de agua dulce que amenaza tanto la integridad ecológica como la salud humana.
Los estudios que examinan el dónut de la sostenibilidad han encontrado que tanto la pérdida de biodiversidad como los ciclos del nitrógeno ya han superado sus límites planetarios, y la contaminación del agua dulce desempeña un papel importante en ambas transgresiones7. El límite planetario para la carga de fósforo y nitrógeno está particularmente ligado a los sistemas de agua dulce, ya que estos nutrientes impactan principalmente en los ecosistemas a través de las vías fluviales, creando interacciones complejas entre múltiples límites planetarios72.
Aguas Subterráneas y Brechas Sociales
Los recursos de aguas subterráneas, que representan aproximadamente el 30% del agua dulce mundial, enfrentan desafíos particulares de sostenibilidad. Las tasas de agotamiento de los acuíferos en las principales regiones agrícolas superan con creces las tasas de recarga natural, lo que constituye esencialmente la minería de un recurso no renovable en escalas de tiempo humanas. Esta extracción insostenible conduce a la subsidencia del suelo, la intrusión de agua salada en las zonas costeras y la disminución de la seguridad hídrica para las generaciones futuras.
La dimensión social del agua dulce (garantizar el acceso universal a agua potable y saneamiento) sigue siendo un desafío importante a nivel mundial. A pesar de los avances en el marco de las iniciativas de desarrollo sostenible, aproximadamente 2 mil millones de personas todavía carecen de acceso a agua potable gestionada de forma segura, y 3.6 mil millones carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura. Estas brechas en la base social tienen profundas implicaciones para la salud humana, la igualdad de género, la educación y las oportunidades económicas15.
Pronosticando el Flujo del Cambio
Patrones Cambiantes y Riesgos Crecientes
El cambio climático representa quizás el factor disruptivo más significativo para la disponibilidad y distribución futura del agua dulce. Se proyecta que el aumento de las temperaturas intensificará el ciclo hidrológico, aumentando tanto los riesgos de inundaciones como la gravedad de las sequías. El derretimiento de los glaciares en los principales sistemas montañosos, que actualmente sirven como torres de agua cruciales para las poblaciones aguas abajo, amenaza la seguridad hídrica a largo plazo de miles de millones de personas.
Los modelos proyectan que para 2025, hasta la mitad de la población mundial podría estar viviendo en áreas con estrés hídrico. Las regiones que ya experimentan escasez de agua, incluidas partes de Oriente Medio, el norte de África y el suroeste de Estados Unidos, probablemente enfrentarán desafíos cada vez mayores. Estos cambios amenazan con empujar la extracción de agua más allá de los límites planetarios en muchas regiones, al tiempo que socavan la base social del acceso al agua26.
Presiones Demográficas y Económicas
El crecimiento de la población y el desarrollo económico ejercerán una mayor presión sobre los recursos de agua dulce. Para 2050, se proyecta que la demanda mundial de agua aumente entre un 20% y un 30%, impulsada principalmente por el crecimiento industrial, la expansión del riego y el aumento del consumo doméstico en las economías en desarrollo. Se espera que la demanda de agua urbana aumente entre un 50% y un 70% a medida que las ciudades continúen creciendo, particularmente en las regiones con estrés hídrico de Asia y África.
Estos aumentos de la demanda requerirán compromisos difíciles entre los usos competitivos del agua (agricultura, industria, producción de energía y consumo doméstico), lo que destaca la necesidad de enfoques integrados para la gobernanza del agua que consideren tanto los límites ecológicos como las necesidades sociales48.
Innovaciones en Tecnología y Gobernanza
La implementación de los principios de la Economía del Dónut en la gestión del agua ofrece direcciones prometedoras para equilibrar los límites ecológicos con las necesidades sociales. La adopción de la Economía del Dónut como marco político por parte de Ámsterdam incluye una atención específica a la gestión del agua, reconociendo los impactos tanto locales como globales de los patrones de consumo de agua y buscando enfoques regenerativos para los sistemas de agua urbanos6.
La gestión futura del agua dulce requerirá sistemas de gobernanza evolucionados que puedan abordar la complejidad de los desafíos del agua en todas las escalas. Los enfoques de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos se alinean bien con los principios de la Economía del Dónut al tratar de equilibrar múltiples objetivos dentro de límites definidos. El estudio de caso de la Ciudad de México demuestra cómo el marco del dónut se puede aplicar para analizar las políticas del agua e identificar las transiciones necesarias para lograr la sostenibilidad con un enfoque socioecológico48.
Obstáculos para el Agua Dulce Sostenible
Necesidades en Competencia y Decisiones Complejas
Uno de los desafíos fundamentales en la gestión del agua dulce es equilibrar las demandas contrapuestas entre sectores y partes interesadas. La agricultura, la industria, la producción de energía, el uso doméstico y los requisitos de los ecosistemas ejercen presión sobre los recursos hídricos limitados, creando compensaciones difíciles. Estas compensaciones a menudo involucran no solo asignaciones de cantidad, sino también consideraciones de calidad, el momento de la disponibilidad y la distribución espacial.
El marco de la Economía del Dónut destaca la tensión entre mantenerse dentro de los límites planetarios y garantizar que todas las personas tengan acceso a suficiente agua para su bienestar. Esta tensión se vuelve particularmente aguda durante los períodos de escasez, cuando la satisfacción de las necesidades humanas inmediatas puede entrar en conflicto con el mantenimiento de los flujos ecológicos necesarios para la salud del ecosistema72.
Barreras de Gobernanza y Económicas
Los sistemas de gobernanza del agua a menudo están muy fragmentados, con responsabilidades divididas entre múltiples agencias, jurisdicciones y escalas. Esta fragmentación crea desafíos de coordinación, incoherencia de políticas y brechas de implementación. Además, la gobernanza del agua frecuentemente opera en silos separados de los dominios de políticas relacionados, como la energía, la agricultura, el uso del suelo y la política climática.
Los enfoques económicos convencionales a menudo no valoran adecuadamente los recursos hídricos ni tienen en cuenta sus costos y beneficios sociales y ecológicos completos. Los precios del agua rara vez reflejan la escasez o las externalidades ambientales, lo que lleva a una asignación ineficiente y a la sobreexplotación. La aplicación de la Economía del Dónut a la gestión del agua requiere repensar fundamentalmente los modelos económicos que tratan el agua principalmente como un insumo para la producción en lugar de como una base para el bienestar social y ecológico31.
Brechas de Conocimiento y Desigualdades Sociales
La gestión eficaz del agua dulce dentro de los límites planetarios requiere datos sólidos sobre la disponibilidad, el uso, la calidad y los requisitos del ecosistema del agua. Sin embargo, persisten importantes lagunas de datos, particularmente con respecto a los recursos de aguas subterráneas, las necesidades de agua de los ecosistemas, los parámetros de calidad del agua y el consumo real de agua (en oposición a la extracción). Estas brechas de conocimiento socavan los esfuerzos para establecer y monitorear los límites para el uso sostenible del agua95.
Los impactos diferenciales de los desafíos del agua entre los grupos sociales (con las comunidades marginadas típicamente soportando cargas desproporcionadas) crean problemas de justicia ambiental que deben abordarse en los marcos de gobernanza del agua. Sin una atención explícita a las dimensiones de la equidad, los enfoques de gestión del agua corren el riesgo de reforzar las desigualdades sociales existentes, incluso al mismo tiempo que se persiguen objetivos de sostenibilidad ambiental81.
Oportunidades para la Transformación
Gestión Integrada de los Recursos Hídricos
Los enfoques de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) ofrecen un marco para coordinar la gestión del agua, la tierra y los recursos relacionados para maximizar el bienestar económico y social sin comprometer la sostenibilidad del ecosistema. Este enfoque integrado se alinea conceptualmente con la Economía del Dónut al buscar equilibrar las consideraciones sociales y ecológicas dentro de límites definidos.
La implementación de la GIRH a escala de cuenca hidrográfica permite soluciones apropiadas para el contexto que consideran las condiciones ecológicas locales, la disponibilidad de agua y las necesidades sociales. …soluciones que consideran las condiciones ecológicas locales, la disponibilidad del agua y las necesidades sociales. Las estructuras de gobernanza basadas en cuencas hidrográficas pueden facilitar la participación de las partes interesadas, los enfoques de gestión adaptativa y una coordinación más eficaz entre sectores y jurisdicciones48.
Innovaciones para la Eficiencia y la Circularidad
Las innovaciones tecnológicas ofrecen un potencial significativo para reducir la presión sobre los recursos de agua dulce, manteniendo o mejorando los resultados sociales. Las tecnologías de agricultura de precisión pueden reducir el consumo de agua agrícola (el mayor usuario sectorial a nivel mundial) en un 20-30%, manteniendo o aumentando los rendimientos. Las tecnologías inteligentes de agua en los sistemas urbanos pueden identificar fugas, optimizar la distribución y permitir un uso más eficiente.
Las tecnologías de reutilización y reciclaje del agua representan otra dirección prometedora, creando sistemas circulares de agua en lugar de patrones lineales de extracción-uso-eliminación. Las tecnologías de tratamiento avanzadas permiten la reutilización segura del agua para múltiples propósitos, desde aplicaciones industriales hasta riego de jardines y reutilización potable indirecta, reduciendo significativamente las necesidades de extracción de agua dulce26.
Gobernanza Basada en Derechos e Inclusiva
Los enfoques de la gobernanza del agua basados en los derechos, que reconocen tanto el derecho humano al agua como los derechos de los ecosistemas a mantener los flujos ecológicos, ofrecen marcos para equilibrar los imperativos sociales y ambientales. El reconocimiento legal de estos derechos crea mecanismos para proteger ambas dimensiones de la sostenibilidad del agua.
Los enfoques de gobernanza inclusiva que involucran de manera significativa a diversas partes interesadas en los procesos de toma de decisiones pueden conducir a una gestión del agua más eficaz y equitativa. Es particularmente importante la inclusión de grupos tradicionalmente marginados, incluidas las comunidades indígenas, las mujeres, los pequeños agricultores y los residentes de asentamientos informales urbanos, que aportan perspectivas críticas sobre las necesidades y los enfoques de gestión del agua41.
El Agua Dulce Dentro del Marco de la Economía del Dónut
El Agua Dulce como Límite Planetario
Dentro del marco de la Economía del Dónut, el agua dulce representa uno de los nueve límites planetarios que constituyen el techo ecológico, el anillo exterior del dónut. Este límite reconoce que existen límites cuantificables para las extracciones de agua dulce de los ecosistemas antes de que se crucen umbrales críticos, lo que podría conducir a cambios ambientales irreversibles.
La investigación original sobre los límites planetarios propuso límites globales para el uso del agua dulce, pero las variaciones regionales en la disponibilidad de agua significan que este límite global debe reducirse a niveles de cuenca para fines prácticos de gestión. Algunas regiones ya han superado los límites de extracción sostenible, mientras que otras permanecen dentro de los límites76.
Más allá de la cantidad, la dimensión de la calidad de los recursos de agua dulce está estrechamente relacionada con otros límites planetarios, en particular los ciclos del nitrógeno y el fósforo, la pérdida de biodiversidad y el cambio en el sistema terrestre. La naturaleza interconectada de estos límites destaca la necesidad de enfoques integrados para la gestión ambiental que consideren múltiples sistemas planetarios simultáneamente75.
El Agua en la Base Social
El agua también aparece explícitamente en la base social (el anillo interior del dónut), reconociendo el acceso a agua potable y saneamiento como derechos humanos fundamentales y prerrequisitos para el bienestar. La base social se basa en estándares sociales mínimos acordados internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, particularmente el ODS 6 (Agua Limpia y Saneamiento).
El componente de agua de la base social incluye no solo el acceso físico al agua, sino también las dimensiones de asequibilidad, calidad, confiabilidad y adecuación cultural. Esta comprensión multidimensional reconoce que las necesidades de agua varían según los contextos y que satisfacer verdaderamente la base social requiere abordar estas diversas dimensiones21.
Es importante destacar que el acceso al agua se interconecta con muchos otros elementos de la base social, incluida la seguridad alimentaria, la salud, la igualdad de género y los ingresos y el trabajo. Por ejemplo, un mejor acceso al agua reduce el tiempo dedicado a la recolección de agua (beneficiando particularmente a las mujeres y las niñas), disminuye la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua (mejorando los resultados de salud) y permite el riego a pequeña escala (mejorando la seguridad alimentaria y los medios de vida)71.
Medición y Monitoreo del Agua Dulce
La aplicación del marco de la Economía del Dónut a la gestión del agua dulce requiere el desarrollo de métricas y sistemas de monitoreo apropiados que puedan rastrear el progreso hacia la sostenibilidad ambiental y la equidad social. Se han desarrollado varios enfoques metodológicos para cuantificar el modelo del dónut para contextos específicos, incluido el método de la Ventana de Sostenibilidad, que evalúa si las trayectorias de desarrollo permanecen dentro de los límites ecológicos y las bases sociales9.
A escala de cuenca hidrográfica, los indicadores podrían incluir: caudal del río en relación con los requisitos ecológicos; niveles de agua subterránea en relación con las tasas de recarga; parámetros de calidad del agua; porcentaje de la población con acceso a agua potable y saneamiento; índices de asequibilidad del agua; y equidad de género en la toma de decisiones relacionadas con el agua. Estos indicadores deben ser contextualmente apropiados y, al mismo tiempo, conectarse con los conceptos de límites globales95.
La ciudad de Ámsterdam, que ha adoptado la Economía del Dónut como marco político, utiliza una metodología de “retrato de la ciudad” para evaluar su desempeño en múltiples dimensiones, incluidos los impactos relacionados con el agua tanto a nivel local como global. Este enfoque reconoce que el consumo local de agua puede tener impactos mucho más allá de los límites municipales a través del comercio virtual de agua y las conexiones de la cadena de suministro62.
Conclusión
Esta exploración del agua dulce a través del marco de la Economía del Dónut revela tanto desafíos significativos como oportunidades prometedoras para transformar la gestión del agua hacia enfoques más sostenibles y equitativos. De este análisis surgen varios hallazgos clave:
Primero, el agua dulce ocupa una posición única dentro del modelo de la Economía del Dónut, apareciendo explícitamente tanto en el techo ecológico (como un límite planetario) como en la base social (como un derecho humano). Esta doble posición destaca la importancia fundamental del agua tanto para el funcionamiento de los ecosistemas como para el bienestar humano, y las conexiones inherentes entre estas dos dimensiones.
En segundo lugar, los enfoques actuales de gestión del agua dulce en muchas regiones no logran mantenerse dentro del “espacio seguro y justo” del dónut. Se están superando los límites ecológicos a través de la sobreextracción y la contaminación, mientras que sectores importantes de la población humana aún carecen de acceso a agua potable y saneamiento. Estas deficiencias en ambas dimensiones revelan la necesidad de enfoques transformadores que aborden la sostenibilidad ambiental y la equidad social simultáneamente.
En tercer lugar, la naturaleza compleja e interconectada de los problemas del agua requiere enfoques integrados que vayan más allá de la gestión aislada. El marco de la Economía del Dónut proporciona un modelo valioso para esta integración, fomentando la consideración conjunta de múltiples límites ecológicos y necesidades sociales. Esta perspectiva holística se alinea bien con los enfoques de gestión basados en cuencas hidrográficas, que consideran toda la gama de factores hidrológicos, ecológicos y sociales.
En cuarto lugar, la aplicación del marco de la economía del dónut a la gestión del agua dulce requiere métodos específicos para cada contexto que respeten las condiciones ecológicas locales, las necesidades sociales y las perspectivas culturales. Si bien los límites planetarios globales proporcionan puntos de referencia esenciales, la gobernanza eficaz del agua debe basarse en las realidades locales y desarrollarse mediante procedimientos inclusivos que involucren a una amplia gama de partes interesadas.
El marco de la Economía del Dónut ofrece una visión atractiva para remodelar nuestra relación con los recursos de agua dulce, yendo más allá de la falsa dicotomía entre la conservación ambiental y el desarrollo humano y, en cambio, buscando metodologías que aseguren ambos. Al crear el concepto de un “espacio seguro y justo” para la gestión del agua dulce, el marco proporciona tanto un objetivo como una guía para cambios transformadores hacia sistemas hídricos que son naturalmente regenerativos y que ofrecen beneficios de manera distributiva.